jueves, 28 de abril de 2016

Respirar... El milagro de la vida

   Una de las múltiples cualidades del Tai-Chi es la regulación de la respiración, que en todo momento va unida a los movimientos como el río que fluye continuo. El milagro de nuestra bella existencia.
   La respiración debe ser en todo momento lenta, profunda y relajada.
   Se puede decir que con el Tai-Chi recordamos cómo respirar: normalmente utilizamos muy poco nuestra capacidad pulmonar. Cuando somos bebés, utilizamos el abdomen para inspirar y espirar, con lo que todo el aire inhalado va a los pulmones en toda su plenitud. El resultado es que respiramos sin ningún esfuerzo, con calma y serenidad.
   El uso de la respiración natural (abdominal) nos procura una mejoría general, no sólo a nivel circulatorio, celular, etc., sino que, además, notamos una disminución paulatina del estrés y mayor calma y armonía interior.
   Profundizando en el tema de la respiración, los maestros de Tai-Chi y Chi-Kung suelen decir que la respiración se ve influenciada por nuestras emociones. Y es cierto.
   Si nos fijamos, cuando estamos enfadados o estresados nuestra respiración se vuelve más rápida y corta. Cuando estamos tristes, suspiramos. Y cuando estamos en calma, la respiración se vuelve más suave y uniforme.
   En conclusión, para regular nuestra respiración, debemos regular primero nuestra mente y emociones. También podemos hacerlo al contrario, ya que, al regular nuestra respiración también podemos calmar nuestra mente, y nuestro espíritu.
   A nivel corporal, una buena y correcta respiración llena nuestros pulmones completamente. Así el cerebro recibe un correcto suministro de oxígeno.
   Al utilizar el diafragma para respirar, su movimiento permite un profundo masaje de los órganos internos.
   ¡Ojo! Respirar de forma profunda no significa llenar los pulmones al 100%. Eso haría que los pulmones y los músculos torácicos se tensaran demasiado y así no podríamos asimilar suficiente oxígeno. Respirando suave y relajadamente llegamos hasta un 80% de nuestra capacidad sin oprimir los pulmones, y así se mantienen relajados. Nosotros decimos que la inspiración debe hacerse como oliendo una flor.
   En una clase de Tai-Chi le damos protagonismo a la respiración de principio a fin. Desde los estiramientos y calentamiento del principio, pasando por los ejercicios de Chi-Kung, hasta la práctica de la Tabla de Tai-Chi.
   Con la práctica regular, podemos incorporar esta suave respiración natural a nuestra vida cotidiana, con lo que notaremos una gran mejoría en todos los niveles. ¡Y mejor humor y alegría de vivir!
Y como alguien me dijo una vez: "Cuando respiramos, elegimos vivir" ¿No es un milagro maravilloso?
¡A respirar!

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